Incidencias con el equipaje en el transporte aéreo
Una reciente sentencia ha vuelto a poner en el foco mediático los derechos de los usuarios de transporte aéreo y la distinta casuística que se plantea en torno al equipaje que pueden llevar, dónde y a qué precio, con especial incidencia -como no podía ser de otra manera- en las compañías denominadas de bajo coste.
Aunque es un tema muy recurrente en periodos vacacionales -verano, Navidad y Semana Santa-, así como puentes y festivos, en los que se produce la máxima afluencia de viajeros, también obtiene repercusión cuando se produce en una fecha que no es precisamente temporada alta en el sector, como es el mes de noviembre.
Así, el Juzgado de lo Mercantil nº 13 de Madrid ha condenado a la compañía Ryanair a devolver a una clienta la cantidad de 20 €, más su interés moratorio, a la que obligó a pagar dicho importe como suplemento adicional al importe del vuelo, por llevar una maleta de 10 kgs. de peso y no haber adquirido un billete de tarifa priority, que es la que le permite llevar dos bultos en cabina, uno de pequeñas dimensiones y otro superior, pero con un máximo de los 10 kgs. referidos.
Lo llamativo de este asunto es que se haya tenido que llegar a los tribunales por tan pequeña cantidad, pero no olvidemos que hay algo más que el importe reclamado y que efectivamente para la reclamante sea mayor su orgullo y dignidad que 20 €. Además, si analizamos el beneficio que supone para la compañía cobrar este suplemento, comprobaremos que no es cuestión menor ni tan pecata minuta dicho importe. Según los últimos datos disponibles, que se corresponden a 2017, Ryanair registró un total de 38’51 millones de viajeros en España, que le valieron para ser la primera aerolínea del país por número de viajeros. Por nimio que sea el porcentaje de pasajeros a quien le cobraron dicho suplemento, su rentabilidad es más que evidente, a pesar de tener que reintegrar a la única -por el momento- cliente que interesó su devolución en los tribunales.
A mayor abundamiento al respecto del equipaje, hay que hacer referencia a algunas cuestiones que conviene recordar en estos casos para no ver coartados los derechos de los usuarios de transporte aéreo.
Hay que tener en cuenta el plazo de 21 días desde el vuelo, que es el que marca si el equipaje se ha retrasado o está perdido. Evidentemente, aunque parezca una obviedad, no debemos abandonar el aeropuerto sin interponer la correspondiente reclamación sobre la pérdida del equipaje.
Luego, dependiendo de la aerolínea, nos podemos encontrar con diferentes soluciones en función de la compañía con la que hayamos viajado, por cuanto que no hay regulación específica al respecto. Normalmente se suelen atender los gastos de primera necesidad, salvo que se haya acreditado el contenido de la maleta y se presenten las correspondientes facturas.
Si el equipaje se ha dañado, y así se acredita, se suele reponer el daño causado o, en su caso, una maleta similar, llegando a remitir a tiendas concertadas para su adquisición. En estos casos, el plazo para reclamar es de 7 días desde la fecha del vuelo.
Aunque es muy difícil de probar, también puede darse la circunstancia de que la maleta haya sufrido el robo de alguno de los objetos que incluía. En estos casos, lo recomendable es interponer denuncia ante la Policía.
La recepción del equipaje sin reclamar -o denunciar, en su caso- supone la presunción de aceptación de su estado, por lo que será muy difícil acreditar cualquier incidencia con posterioridad.
Por último, el sentido común nos debe guiar a la hora de evitar incluir en el equipaje a facturar ciertos objetos que pueden verse dañados o afectados por cualquiera de las incidencias reseñadas, como son los de valor, frágiles, medicinas, llaves, documentos importantes, que conviene portar en el equipaje de mano, que tratamos con mayor cuidado y no perdemos de vista. Si no queda más remedio que facturarlo, es conveniente hacer expresa reseña de su inclusión y valor a los efectos oportunos.
Recuerde estos detalles para su próximo viaje y, si sufre alguna incidencia, reclame, que desde Red Abafi les ayudaremos.
Por: Álvaro González-Astolfi Infante