Hipotecas: el ‘tirón de orejas’ europeo que ayuda a los consumidores
Por: Antonio Acosta
La expresión “tirón de orejas” tiene un claro tono negativo, sobre todo para los que tenemos ya cierta edad, e ilustra una llamada de atención importante, incluso “dolorosa”, sobre la cuestión de la que se trate. Hoy la expresión es actualidad en relación con la enésima (y no será la última) corrección que desde organismos europeos judiciales y de gobierno se lleva a cabo de normativa española en vigor y resoluciones judiciales que la aplican, y especialmente en relación con nuestra normativa hipotecaria.
Sobradamente conocida es la importante corrección realizada en materia de “cláusula suelo” que vino a modificar la doctrina jurisprudencial de nuestro Tribunal Supremo sobre la materia, la relacionada con otra serie de cláusulas abusivas, como la de asunción de gastos por parte de los prestatarios (que va a generar miles de reclamaciones sobre esta materia contra la banca) u otras como las de intereses de demora abusivos, cálculo de intereses utilizando el año “comercial” o las de vencimiento anticipado entre otras, esta última especialmente importante en relación con las situaciones de crisis familiares y la imposibilidad de pago de la hipoteca y la consiguiente pérdida de la vivienda familiar.
Todos estos elementos son los que me llevan a valorar a la inversa la expresión “tirón de orejas”, porque sin duda en todos estos casos que mencionamos, con la recuperación de su dinero tanto por las cláusulas suelo como por los gastos por parte de los hipotecados, la no aplicación de intereses de demora desproporcionados, la paralización e incluso archivo de procedimientos de ejecución hipotecaria, incluso la posibilidad de aumentar el nivel de protección que los propios jueces pueden proporcionar a “la parte contratante más débil” revisando de oficio las cláusulas abusivas de los préstamos hipotecarios, son todo efectos positivos de la llamada de atención, de las “amenazas” europeas. Y así poder crear con ello un mercado de crédito hipotecario europeo que proteja por igual a todos los ciudadanos, cosa que hoy no ocurre en España, y de paso, que esa unificación beneficie la competencia en el mercado hipotecario y abarate estos productos como consecuencia.
Pero de eso ya hablaremos otro día…
Por: Antonio Acosta