Inflación: préstamos hipotecarios y autoconsumo eléctrico
Ante la actual situación inflacionista y la acuciante subida de tipos de interés promovida por el Banco Central Europeo (BCE) dirigida a contener la escalada de precios de la energía, materias primas y bienes de primera necesidad, nos planteamos qué medidas podrían implementar los consumidores en sus particulares economías para amortiguar los efectos negativos de la incesante subida del coste de la energía y las hipotecas.
Nos encontramos en plena subida del euribor, principal tipo de referencia de los préstamos hipotecarios, y las entidades dan un giro de 180 grados en su estrategia comercial incentivando la concesión de créditos variables; en este sentido, al contrario de lo que venían promoviendo en los últimos meses, centran sus esfuerzos en hacer menos atractivas las hipotecas referenciadas a tipos fijos, intentando convencer a sus clientes para que se decanten por una hipoteca a interés variable, ya que, a día de hoy, una hipoteca a tipo fijo supone un mayor riesgo para la banca. Para ello, están reduciendo los diferenciales ofertados y eliminando las comisiones de apertura y, por otro lado, subiendo los tipos de interés de la modalidad fija, así como añadiendo comisiones de apertura a esta opción de menos riesgo para el cliente.
Elegir entre una hipoteca variable o fija es complicado: ¿pagar menos en el corto plazo con la variable y arriesgarse a que el euribor suba o pagar un poco más con la fija y asegurar para siempre una cuota estable?
Desde Red Abafi, para afrontar tan difícil elección destacamos como elemento central la tolerancia o aversión al riesgo que pueda tener el propio cliente; es decir: una hipoteca fija es mejor si quieres pagar siempre lo mismo y puedes asumir que la cuota sea superior durante los primeros años, pero una hipoteca variable sería mejor si lo que buscas es pagar menos a corto plazo y no te supone un gran esfuerzo económico que tu cuota se vea incrementada, pudiendo asumir una posible subida de las cuotas, ya sea porque tengas un generoso margen entre tus ingresos y tus gastos y/o porque disfrutes de un buen colchón de ahorro que te permita poder amortizar capital o reducir plazo de amortización -quitar años de hipoteca- en momentos de subida de tipos, que es cuando más conviene hacerlo.
Asimismo, existe una tercera opción que puede ser más adecuada a ciertos clientes: hablamos de las hipotecas con interés mixto, que puede ser conveniente si quieres pagar una cuota estable al principio y, además, tienes pensado ir amortizando capital para acortar el plazo: de este modo, quedará menos dinero por devolver cuando se aplique el tipo variable, así que te afectarán menos las posibles subidas del euribor.
En todo caso, nuestra principal recomendación para los clientes hipotecarios es visitar varias entidades bancarias, comparar distintas ofertas fijas, variables y mixtas en cada una de ellas y sopesar el nivel de riesgo que estamos dispuestos a asumir frente a la seguridad que otorga una hipoteca a tipo fijo, siempre teniendo presente las circunstancias personales de cada cliente y nunca permitiendo que el pago de la hipoteca pueda suponer más del 30 % de nuestros ingresos en su conjunto.
Todo lo anterior no solo es aplicable a clientes que van a hipotecarse por primera vez -con la compra, por ejemplo, de su vivienda habitual-, sino también a aquellos clientes ya hipotecados a los que la situación de cambio de tendencia actual con fuertes y repentinas subidas de tipos de interés les hace replantearse si les interesa cambiar sus actuales condiciones hipotecarias, ya sea solo cambiando de entidad y manteniendo la modalidad variable o cambiando, además, a un tipo fijo o mixto.
En este último supuesto, recomendamos decidirse cuanto antes, dado que los tipos fijos históricamente bajos que venían ofertando las entidades bancarias se están viendo incrementados por semanas y, muy probablemente, pasarán muchos años para que podamos verlos de nuevo ofertados en el mercado hipotecario español o, incluso, nunca más volveremos a valores tan bajos cercanos al 1%.
Por otro lado, y en relación con lo anteriormente expuesto respecto de la actual situación hipotecaria en nuestro país y en el resto de la zona euro, ante el escenario de crisis energética en el que vivimos, más que nunca se evidencian las bondades del autoconsumo solar, sistema de generación de energía propia que está despertando mucho interés debido a la elevada rentabilidad que ofrecen las instalaciones fotovoltaicas. En concreto, por encima del 5% anual, mucho más de lo que ofrecen los bancos por un depósito; además, supone una revalorización del inmueble en el que se instalen.
Y relacionamos ambos sectores ya que el autoconsumo solar, en pleno auge, puede ayudar -y mucho- a miles de consumidores -familias y empresas, desde el autónomo independiente hasta las grandes compañías- a afrontar las elevadas subidas de tipos que anuncian las previsiones del sector bancario, ya que suponen inversión, rentabilidad y, sobre todo, ahorro.
La inversión media en una instalación fotovoltaica está en torno a los 8.000 euros, que, además, puede financiarse y subvencionarse con ayudas estatales y autonómicas de entre el 20 % y el 30 % y puede llegar a generarnos un ahorro anual cercano a los 1.000 euros en el recibo de la luz. Esto permite que ese coste que se ahorran los consumidores compensen el incremento previsto de las hipotecas, no necesitando soportar, pues, un aumento en el esfuerzo económico de las familias y empresas hipotecadas, que ya viene siendo bastante alto.
En definitiva, podemos constatar que ante escenarios desfavorables en la economía actual no debemos limitarnos a resignarnos y seguir soportando las subidas de precios, energía, productos básicos, combustible, etc., sino que debemos plantearnos qué medidas podemos llevar a cabo para optimizar y obtener una mayor eficiencia en el empleo de los recursos económicos de los que disponemos en nuestro día a día.
Para ello, debemos ponernos en manos de profesionales que sabrán aconsejarnos de la mejor manera posible para conseguir estos objetivos y poder sobrevivir de la mejor manera posible esta nueva crisis económica y energética en la que nos vemos inmersos, por lo que los miembros de Red Abafi están a disposición de todos los consumidores para asesorarles en este sentido, ofrecerles alternativas y ayudarles a sobrellevar mejor su economía particular.