Nueva Ley de Autónomos

La insoportable levedad del… Autónomo

En cifras relativas uno de cada tres puestos de trabajo nuevos y en absolutas más de 3.000.000 son los datos que hacen referencia a un denostado y vilipendiado colectivo: el de los autónomos. Los emprendedores por cuenta propia han ganado mayor peso en la economía en los últimos años, y constituye el auténtico protagonista de la economía real. De hecho, en los últimos años y, fundamentalmente desde el inicio de la crisis, la destrucción de buena parte del empleo y del tejido empresarial, vinculado a la construcción y los servicios, ha hecho del autoempleo la única alternativa para muchos profesionales.

Sin embargo, sobre las espaldas de este colectivo tradicionalmente ha recaído una gran parte del esfuerzo que han pedido las instituciones. Y a pesar de que a nuestros gubernativos se les llena la boca de reconocimiento al mismo, derechos los justos y mínimos, en contraposición a las obligaciones que son todas y el no cumplimiento de las mismas conlleva aparejadas sanciones a todas luces desproporcionadas.

Recuerdo que recientemente vi un documental que situaba a España a la cabeza del ranking mundial en cuanto a trabas institucionales y burocráticas a la hora de iniciar un negocio por cuenta (una tarea ya de por sí compleja), ese emprendimiento que tanto se alaba desde las élites institucionales.

La actual ley de autónomos está desfasada, se mire por donde se mire, siendo objeto de innumerables propuestas y solicitudes por parte de los propios afectados, las cuales siempre han obtenido la callada por respuesta. Un poco por intereses políticos, un poco por el agravio comparativo en el que se ha estancado durante años este colectivo, se anuncia a bombo y platillo un nuevo y mal llamada Nueva Ley de Autónomos que no es sino un proyecto de reforma de la anterior.

En síntesis, contempla 15 puntos principales, a saber:

  1. Se amplía la tarifa plana de 50 euros en la cotización a la Seguridad Social de seis meses a un año. Además, los autónomos que dejen su actividad durante dos años y vuelvan a trabajar podrán acogerse a la tarifa plana, ya que hasta ahora tenían que esperar cinco años.
  2. Las mujeres tendrán una tarifa plana de 50 euros cuando se reincorporen tras la maternidad.
  3. Se bonificará al 100% durante 12 meses la cuota de los autónomos que tengan que cuidar de menores o dependientes.
  4. Se aprueban mejoras para la formación en prevención de riesgos laborales.
  5. Se mejoran las condiciones del emprendimiento para los trabajadores con discapacidad.
  6. Se permite que los autónomos contraten a sus hijos que estén en situación de discapacidad.
  7. Se permitirá que los autónomos puedan deducirse el 20% de los gastos en suministros de agua, gas, electricidad y telefonía cuando trabajen desde su casa.
  8. La Seguridad Social devolverá de oficio el exceso de cotización de las personas en situación del pluriactividad.
  9. La cuota de los autónomos societarios se desvincula de las subidas del salario mínimo interprofesional (SMI) y quedará determinada año a año en los Presupuestos Generales del Estado tras dialogarlo con las organizaciones de autónomos.
  10. Los autónomos podrán cambiar de base de cotización hasta en cuatro ocasiones a lo largo del año, de modo que quede mejor adecuada a sus ingresos.
  11. Se permite que los autónomos se den de alta y de baja en la Seguridad Social hasta tres veces al año, para así pagar solo en las épocas en las que tengan actividad.
  12. Se podrá compatibilizar el cobro del 100% de la pensión con la prolongación de la vida laboral para el empleo por cuenta propia.
  13. Los autónomos podrán deducirse hasta 26,67 euros diarios por gastos en dietas y manutención (48,08 euros si es en el extranjero), siempre que el pago esté hecho por medios telemáticos para que pueda quedar acreditado.
  14. Se reducen los recargos que penalizaban a los autónomos por el retraso en el pago de la cuota: durante el primer mes de desfase en el pago, la penalización pasa del 20% al 10%.
  15. Se incluye el accidente ‘in itinere’, esto es, durante el desplazamiento de los profesionales autónomos a su puesto de trabajo.

Si analizamos detenidamente punto por punto, la mayoría de estos son migajas, sobre todo los 10 primeros de la relación, y no contribuyen de manera efectiva a mejorar la situación de los autónomos. Y es que el problema de esta reforma es que no aborda reivindicaciones históricas de auténtico calado, como la utilización del criterio de caja, y no el de devengo, en el cobro de las facturas lo cual lleva a financiar a la propia Hacienda el IVA de facturas a cobrar dentro de 30, 60, 90 días… y eso con la premisa benevolente de que tengan buen fin.

Tampoco se tiene en consideración problemáticas tan actuales como la cláusula suelo, que tanto daño hace a este colectivo. Desde el punto de vista jurídico el trato que recibe un taxista autónomo es el mismo que recibe la corporación GAMESA-SIEMENS, los coloca al mismo rango, el “no consumidor”, no habiendo aprovechado una oportunidad histórica como ha sido el reciente Real Decreto 01/2017, para el cual se ha convertido en un colectivo absolutamente invisible.

Estas reformas, y aquí expreso una opinión muy personal, no son sino un lavado de imagen política. En primer lugar de Ciudadanos, como impulsor de la reforma, y en segundo del PP, como ejecutor, aunque en este caso “obligado por las circunstancias” de hacer viable la aprobación de los presupuestos generales del estado (un tanto maquiavélico).
Mi temor es que todo quede en un canto de sirenas, aún recuerdo cuando el mismo gobierno se autoproclamó adalid en la defensa de los afectados por el IRPH, o por el tema Bankia… como sabemos todo quedó en agua de borrajas.
A pesar de mi escepticismo no hay que negar la mayor, y es que, de aprobarse, esta batería de medidas implicará una sustancial mejora en la insoportable levedad del autónomo…

Por: Eugenio García

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