Hoy, ya nadie quiere ser banquero
La realidad es que debería decir bancario (empleado), pues banquero es el directivo.
Hubo una época en la que muchos adolescentes de mayores querían ser banqueros, tener un empleo en banca era motivo de satisfacción personal, profesional y envidia de familiares y amigos. Buen suelo, prestigio y con la seguridad de un trabajo de por vida. Incluso trabajar en un banco confería una cierta aura de respeto.
Hoy en día, tras los numerosos abusos por parte de la banca: cláusulas suelo, swaps, colocación masiva de productos tóxicos, preferentes, bonos convertibles, multidivisas, desahucios y abusos, ya nadie quiere serlo. Parece que se lo han ganado a pulso. En nada ayudan ejemplos como, Mario Conde, Blesa, Rato, Narcis Serra, entre otros.
Si mi hijo de 11 años me dijera que quiere ser banquero de mayor le diría que no se lo aconsejo, mala reputación, desconfianza de la sociedad, reducción de personal y costes, externalización de servicios, inviabilidad del modelo actual a medio plazo, impersonalización, etc.
Aunque el futuro después de las nuevas tecnologías, el móvil, las soluciones fintech, la inteligencia artificial, la robotización, la concentración bancaria, podría venir de la mano de la persona, del empleado de banca, con ética, transparencia, cercano con buen servicio y de la mano del cliente no en contra él, es decir de la Persona.
Por: Juan José Santos