Seguros de ahorro e inversión

Seguros de ahorro e inversión

¿Qué son y en qué consisten?

Su aparición y desarrollo son relativamente nuevos y al tratarse de seguros, se comercializan por las Compañías Aseguradoras y las pertenecientes a los grupos bancarios a través de las sucursales de las entidades.

No rinden cuentas ante las mismas autoridades financieras que los productos bancarios, sino ante la Dirección General de los Seguros, por lo que tampoco se garantiza un capital máximo por inversión, como sí ocurre en el caso de los depósitos o inversiones tradicionales a través de sus respectivos fondos de garantía, y pese a que en un principio el Consorcio de Compensación de Seguros pudiera hacerse cargo de la devolución del capital en caso de quiebra de la Aseguradora, los más utilizados, denominados Unit Linked, canalizado a través de renta variable, es el cliente quien asume la totalidad del riesgo.

En este sentido, hay que tener en cuenta que pese a su denominación de “seguros”, al ir referenciados muchos de ellos a cestas de valores o fondos, no se garantiza el capital, pues ello depende de su evolución y cotización en el mercado.

Los seguros de ahorro son productos que tienen sentido en el largo plazo. Normalmente se exige un plazo mínimo de inversión de entre 5 y 10 años, por lo que hay que valorar en profundidad que la rentabilidad que nos ofrezcan sea suficiente para compensar el efecto que la inflación tendrá sobre el valor real de nuestro dinero en un plazo de tiempo tan largo.

A los seguros corrientes hay que añadir dos tipos de productos como son los Planes de Previsión Asegurados (PPA) y Planes de Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), que cuentan con ventajas fiscales que hay que tener presentes. En el caso de los PPA, son un instrumento de ahorro que garantiza un tipo de interés mínimo hasta su vencimiento y ofrece las mismas ventajas fiscales que los planes de pensiones: reducción de la base imponible del IRPF por el importe aportado. En el caso de los PIAS, la ventaja se vincula al mantenimiento de la inversión en el largo plazo, ya que si se rescatan tras diez años y se hace en forma de renta vitalicia, las ganancias están exentas de impuestos.

¿Qué puedo hacer?

Como puede verse, pese a su calificación de seguros o planes, pueden esconderse verdaderos productos de alto riesgo e inadecuados por lo que es imprescindible asesorarse con profesionales para saber qué es lo que en realidad se está contratado, y si es lo que verdad conviene a nuestras necesidades.

Contacta con nosotros, estudiaremos el caso con detenimiento y te asesoraremos.