Pensiones

Productos personales de pensión paneuropeos

El ahorro acumulado en España por planes de pensiones, tanto individuales como los colectivos, se sitúa por debajo del 10% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB). Este porcentaje es muy inferior al de la media de los países de la OCDE y desde Europa se recomienda alcanzar un mínimo del 25%.

De esta recomendación europea de deduce la preocupación de nuestras instituciones europeas por el agujero de las pensiones y el envejecimiento de la población. El vicepresidente de la Comisión Europea advierte de que Europa deberá afrontar un reto demográfico, ya que en el año 2060 la proporción entre la población activa y pasiva será de dos personas trabajando por cada jubilado.

Una coyuntura que ha llevado a la Comisión Europea a aprobar la propuesta de implantación de una nueva clase de productos de pensiones, que son los llamados productos personales de pensión paneuropeos (Pan-European Personal Pension Product – PEPP).

Tales planes de pensiones privados podrán ser comercializados en Europa por bancos, aseguradoras y gestores de inversión, que deberán recabar autorización de la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA).

La propuesta europea de productos de pensión, que nace de la preocupación por el agujero de las pensiones y se postula como complemento del sistema público, deberá cumplir con el compromiso europeo de la transparencia, reducir comisiones y ofertar al menos cinco opciones de cartera con riesgo bajo y capital garantizado.

Esta ola de captación de recursos a escala, con una oferta previsiblemente más barata, no comenzará a desarrollarse hasta un par de años después de su aprobación por el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo.

Aún cuando este tipo de productos europeos no verán la luz hasta el año 2020, por parte del Gobierno de España se está realizando un esfuerzo por promover la contratación de planes de pensiones de ámbito nacional, si bien la oferta en el mercado español no está resultando atractiva, por su baja rentabilidad y altas comisiones. Ver veremos.

Por: Juan Rodríguez-Ovejero

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